domingo, 15 de julio de 2007

El amor existe, indeformablemente desnudo


Me gusta tu cuerpo

que rozo con el estertor de mis labios.

Las palabras huérfanas se aglutinan en el vacío

¿para qué sirven ya?

si lo importante es tu cuerpo,

el deseo que provoca en las manos,

el rostro que refleja en los ojos

y que no entiendo…

Te nombro allí,

en el lugar de siempre,

con las ansias de siempre,

con el miedo de nunca.

Acojo tu sombra

en el silencio de los besos

que ya no están,

en el silencio,

que ya no existe,

en el silencio,

que un día fuiste,

en el silencio.

Y al revés de lo que creo,

tu cuerpo me confirma

que poesía no es esto.

No hay comentarios: