Habría que hacerlo, y mostrarle que hay algo fuera de ella que nadie entiende. Que hay días terribles en los que el desconsuelo nos hace rendirnos, y entregarnos por completo a nuestro ego maltrecho. Regresar a casa y hundirnos en el sueño; sin los ecos del mundo externo, sin la felicidad efímera, sin el amor profesado, sin el odio inspirado. Regresar como siempre,con las manos llenas del futuro acabado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario