lunes, 6 de agosto de 2007

Nada nuevo...

Sin duda no hay nada nuevo. Nada que exista sin la complejidad absurda de los días. Nada nuevo hay fuera del ardor de los amantes. Habría que explicar que la felicidad es algo insostenible, es la larga agonía de los locos, que ven en ella su último refugio.
Habría que hacerlo, y mostrarle que hay algo fuera de ella que nadie entiende. Que hay días terribles en los que el desconsuelo nos hace rendirnos, y entregarnos por completo a nuestro ego maltrecho. Regresar a casa y hundirnos en el sueño; sin los ecos del mundo externo, sin la felicidad efímera, sin el amor profesado, sin el odio inspirado. Regresar como siempre,con las manos llenas del futuro acabado.

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