sino un espejo antiguo de lágrimas
de ausencia.
Podrá decirse todo,
escoger una a una las palabras,
recorrer con los dedos tambaleantes del destierro
la amargura de ojos abiertos.
Ahí, donde el tiempo construyó tu cuerpo,
a un lado…el mío
a un lado extraño
al otro ajeno.
Recojo los pedazos del vacío,
tierra fértil de los muertos
y me veo llorando el ser que siento.
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